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¿Qué es el Yoga Jivamukti y el Yoga Anusara?

yoga Jivamukti

El jivamukti yoga es un método del yoga que se basa en las escrituras sagradas de la filosofía del yoga, así como la puesta en práctica de asanas y el canto devocional. La palabra jivamukti se compone de jiva, «alma individual», y mukti, «liberación». Este método fue creado en los años 80 en Nueva York por Sharon Gannon y David Life.

Los cinco pilares del yoga jivamukti son 5 palabras cuyo significado debemos tener como filosofía de vida: ahimsa (no violencia: pensar, hablar y actuar sin violencia), bhakti (devoción, propósito desinteresado), shastra (estudios de las sagradas escrituras), nada (sonido, prestar atención a los sonidos como la respiración, el oṃ o la música) y dharana (meditación).

Sharon Gannon y David Life crearon este método basándose en las enseñanzas de sus maestros de yoga. Uno de ellos es el creador mismo del método ashtanga yoga, el maestro de yoga indio Sri K. Pattabhi Jois. Otro de sus referentes fue el instructor de yoga indio Swami Nirmalananda, seguidor del líder religioso hindú Ramakrishna.

El yoga jivamukti es un tipo de yoga que se practica de forma más consciente que otros tipos de yoga. No se trata solo de una práctica puntual, si no de una forma de vida. Cuerpo y mente están involucrados en esta práctica. Así mismo, lo que pensamos, decimos y hacemos debe ir en concordancia con las bases de este tipo de yoga.

No obstante, hay yoguis e instructores de yoga que, aunque no aplican los fundamentos del yoga jivamukti como estilo de vida en su día a día, sí les gusta hacer cursos intensivos o sesiones puntuales de este tipo de yoga.

Del mismo modo, hay ciertos aspectos o aprendizajes del yoga jivamukti que podemos poner en práctica poco a poco en nuestra vida para mejorar nuestro camino. Un concepto propio de este tipo de yoga es el «guerrero espiritual» (spiritual warrior), que representa a una persona que cada día intenta superar los obstáculos con los que se va encontrando para alcanzar el samadhi (iluminación espiritual). Más concretamente, en la práctica de yoga jivamukti se trabaja a través de una sesión de una hora en la que siempre se repite la misma secuencia de asanas.

Al igual que en otros tipos de yoga, hay aspectos muy importantes a tener en cuenta a la hora de practicar el yoga jivamukti: la intención, por qué hemos decidido comenzar a realizar esta práctica. La respiración, un punto primordial en la práctica de yoga; para este tipo es esencial dominar la respiración ujjayi. La meditación, que nos ayudará a alcanza la liberación (moksha, mukti).

El labor del instructor de yoga es central a la hora de realizar casi cualquier tipo de yoga, pero en el yoga jivamukti destaca la forma en la que el profesor nos ayuda, en cómo nos asiste; ya que debe respetar las líneas de energía del cuerpo y cuidar la manera de posicionar sus manos sobre el alumnado.

Es altamente recomendable haber practicado otros tipos de yoga y tener una cierta destreza en la realización de asanas antes de iniciarse en el yoga jivamukti.

 

Yoga Anusara

El yoga anusara fue creado en 1997 por el instructor de yoga John Friend. Anusara es una palabra en sánscrito que significa «seguir el corazón». Se trata de una disciplina relativamente joven pero que tuvo mucho éxito y sigue evolucionando, ya que una de las características de este tipo de yoga es su fluidez.

La práctica del yoga anusara se basa en dos pilares: la realización de asanas propias del hatha yoga y la puesta en práctica de la filosofía del tantra rojo.

Los valores que esta filosofía representa es amar al prójimo como a nosotros mismos. Obviamente, bajo la premisa de querernos bien a nosotros mismos. Además, se cree que todos somos parte de una conciencia suprema a la que pertenecemos y que cada persona es buena por naturaleza y que todo nos pasa por alguna razón.

Así, lo esencial es tratar de aceptar lo que nos sucede y trabajar en ello; y mejorar o cambiarlo si es algo que no nos agrada. En resumen, tenemos que abrir nuestro corazón al aquí y al ahora y recibir con amor lo que nos hace llegar el universo.

En la práctica de yoga anusara la parte principal de nuestro cuerpo es el corazón, por lo que las posturas que se llevan a cabo están focalizadas en este órgano y son posturas que van «desde dentro hacia fuera». Algunas posturas muy habituales de estas clases de yoga son la luna creciente (anjaneyasana), la grulla (bakasana) o el perro mirando hacia abajo (adho mukha svanasana). Así mismo, en una sesión de este tipo de yoga se acostumbra cantar los siguientes mantras: Om Namah Shivaya Gurave, Saccidananda Murtaye, Nischprapanchaya Shantaya y Niralambaya Tejase. Se trata de unas clases más libres en las que cada persona debe conocer sus limitaciones, no forzar las posturas y en las que el profesor no corrige detalladamente las posturas, sino que cada persona fluye como quiere.

El yoga anusara también es conocido como el yoga de las tres A: actitud, alineación y acción. La actitud es la energía que ponemos en cada acción que realizamos. La alineación está relacionada con el conocimiento del mundo que tenemos y cómo nuestros actos son llevados a cabo de una forma consciente. La tercera a, la acción, se refiere a cómo nuestro cuerpo ejecuta las acciones y fluye con el entorno. El objetivo es que este flujo nos aporte estabilidad.

Los beneficios del anusara yoga coinciden con los beneficios del yoga en general a nivel físico, a lo que se suma el cambio de perspectiva vital que nos otorga. Por lo tanto, a nivel fisiológico mejora la flexibilidad de nuestro cuerpo, reduce el estrés y la rigidez muscular y favorece la circulación sanguínea, entre otros beneficios. En cuanto al cambio de vida, el yoga anusara nos ayuda a enfrentarnos a lo que ocurre en nuestro alrededor de otra forma: aceptándolo. Se considera también que mejora la vida sexual ya que aumenta el apetito sexual, la resistencia y facilita el orgasmo. Por último, el objetivo final de esta práctica es sentirnos bien con nosotros mismos y participar en el flujo del Universo.

Post Author: Isabella Rosignioto